No obstante, es posible que los sujetos afectados por pocrescofobia desarrollen también gordofobia, o que precisamente esta aversión a los gordos haya sido el origen de su pánico a ganar peso.
Etimología y significado de pocrescofobia
La palabra pocrescofobia, aunque por ahora no está recogida por la RAE ni figura en el DSM-5 ni en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), proviene de las raíces griegas «pocrescere», que significa «engordar» o «ganar peso», y «phobos», que es «miedo». Entonces, en su conjunto, pocrescofobia significa miedo a engordar o miedo a ganar peso.
Por su parte, adipofobia procede de dos términos griegos. «Adipo-» es un prefijo derivado de «adipos», que significa «grasa». «Fobia» viene del griego «φόβος» (phobos) que significa «miedo». Por lo tanto, «adipofobia» se traduce literalmente como «miedo a la grasa», pero en el contexto de la psicología, se utiliza para referirse al miedo irracional a ganar peso o volverse obeso.
Causas de la angustia por ganar peso
Las causas de la pocrescofobia pueden variar de persona a persona. A menudo, el miedo a aumentar de peso puede estar asociado con presiones sociales y culturales para tener un cierto tipo de cuerpo o mantener un determinado peso.
Los medios de comunicación, que a menudo glorifican cuerpos delgados y estigmatizan el sobrepeso, pueden contribuir a la formación de esta fobia.
En algunos casos, la pocrescofobia puede estar relacionada con experiencias personales de bullying o críticas relacionadas con el peso en el pasado.
También puede estar asociada con trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa y la bulimia, donde el miedo a ganar peso es un síntoma central.
Síntomas del miedo a engordar
Los síntomas de la pocrescofobia más habituales son los siguientes:
- Ansiedad extrema o pánico al pensar en aumentar de peso.
- Evitación de alimentos percibidos como «engordantes» o de situaciones que podrían llevar al aumento de peso (como comidas sociales).
- Comportamientos alimentarios restrictivos o dietas extremas.
- Ejercicio excesivo con el objetivo de evitar el aumento de peso.
- Preocupación constante por el peso y la imagen corporal.
- Comprobaciones frecuentes del peso o del cuerpo en el espejo.
Diagnóstico: cómo diferenciarla de trastornos alimentarios
¿Cómo saber si tengo pocrescofobia? El diagnóstico de esta fobia a menudo es un desafío para los profesionales de la salud mental, ya que el miedo a aumentar de peso también es un síntoma de trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia.
Un especialista médico utilizará herramientas de diagnóstico y entrevistas clínicas para determinar si los síntomas del individuo están mejor explicados por la pocrescofobia o por otro tipo de trastorno.
Al igual que otros trastornos relacionados con la alimentación, la investigación sugiere que la pocrescofobia afecta más a las mujeres que a los hombres, lo que responde en gran medida a las normas sociales y culturales que, especialmente en el caso femenino, asocian la delgadez con la belleza, la juventud y el éxito.
Las estadísticas específicas sobre la prevalencia de la pocrescofobia y la adipofobia son limitadas debido a la superposición con otros trastornos de la alimentación y la falta de reconocimiento de estos trastornos como diagnósticos separados. Sin embargo, los temores y ansiedades sobre el aumento de peso son un componente común de muchos trastornos de la alimentación. Por ejemplo, en la anorexia nerviosa, uno de los criterios diagnósticos clave es el miedo intenso a ganar peso o a volverse obeso.
Además, la pocrescofobia y la adipofobia tienden a ser más comunes durante la juventud que en la madurez. Este patrón se observa también en los trastornos de la alimentación en general, que suelen tener su inicio en la adolescencia o a principios de la adultez. La presión por cumplir con los ideales de belleza y delgadez a menudo es intensa durante estos años formativos, lo que puede llevar al desarrollo de miedos y comportamientos no saludables en relación con el peso y la comida.
Las tendencias culturales y mediáticas que idealizan los cuerpos delgados y estigmatizan el sobrepeso o la obesidad contribuyen a la prevalencia de la pocrescofobia y la adipofobia. Por lo tanto, es crucial abordar estas influencias culturales y promover una visión más inclusiva y diversa de la belleza y la salud para prevenir estos y otros trastornos relacionados con la imagen corporal y el peso.
Tratamientos de la pocrescofobia
La pocrescofobia, como otras fobias, puede tratarse con éxito a través de varias modalidades de tratamiento:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC), que en este caso ayuda a las personas a identificar y desafiar pensamientos y creencias irracionales acerca del peso y la alimentación, y a desarrollar habilidades de afrontamiento para controlar la ansiedad.
- Terapia de exposición, que implica la exposición gradual y controlada a situaciones temidas (como comer ciertos alimentos) para ayudar a reducir la ansiedad a lo largo del tiempo.
- Terapia familiar. En algunos casos, especialmente cuando los trastornos alimentarios están presentes, la terapia familiar puede ser beneficiosa para abordar dinámicas familiares disfuncionales y proporcionar un apoyo saludable para el individuo.
- Medicación: En determinadas circunstancias, los medicamentos antidepresivos o ansiolíticos pueden ser útiles, pero es algo que debe prescribir siempre un profesional de la salud mental.
La pocrescofobia, obesofobia o adipofobia es un trastorno que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona y que a menudo está enmascarado por o confundido con trastornos alimentarios más reconocidos.
Sin embargo, con el reconocimiento, el diagnóstico y el tratamiento adecuados, se puede superar la pocrescofobia. Si tú o alguien que conoces está lidiando con este trastorno, es esencial buscar ayuda de un profesional de la salud mental.