Las fobias pueden surgir en cualquier etapa de la vida. Sin embargo, son especialmente comunes durante la adolescencia, una etapa de cambio y desarrollo significativo. Las fobias pueden variar desde miedos leves hasta temores severos que interfieren con la vida diaria. Vamos a conocer las fobias comunes en adolescentes, así como sus posibles causas y tratamientos.
Agorafobia
La agorafobia es un miedo a estar en situaciones en las que podría ser difícil o embarazoso escapar, o en las que podría no estar disponible ayuda en caso de tener un ataque de pánico. Los adolescentes con agorafobia a menudo temen situaciones como viajar en transporte público, estar en espacios abiertos o cerrados, o estar en una multitud.
Fobia social (Trastorno de Ansiedad Social)
La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social, es un temor persistente a situaciones sociales o de rendimiento en las que el individuo puede ser expuesto a la posible evaluación negativa de otros.
Los adolescentes con fobia social a menudo temen ser humillados o avergonzados en público.
Fobia específica
Las fobias específicas son miedos intensos e irracionales a un objeto o situación específica que es, en realidad, de poco o ningún peligro.
Las fobias específicas comunes entre los adolescentes pueden incluir miedo a los animales (zoofobia), a la sangre (hematofobia), a los insectos (entomofobia), o a las alturas (acrofobia).
Didascaleinofobia
La didascaleinofobia, también llamada escolionofobia, es el miedo enfermizo a ir a la escuela. Aunque no es una «fobia» en el sentido clínico, la fobia a la escuela es un fenómeno común entre los adolescentes.
Este término se refiere a un miedo intenso a asistir a la escuela, lo que resulta en absentismo crónico. Aunque a menudo se asocia con la ansiedad por separación o la fobia social, la fobia a la escuela puede tener múltiples causas y estar relacionada con otros problemas, como el acoso escolar.
Nomofobia
La nomofobia, un término que se deriva de la frase «no-mobile-phone phobia», es una fobia moderna que se refiere al miedo irracional a estar sin un teléfono móvil o incapaz de usarlo. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es especialmente común entre los adolescentes, debido a su alta dependencia de la tecnología y las redes sociales.
Los síntomas de la nomofobia pueden incluir ansiedad o pánico cuando el teléfono no está disponible, gastar una cantidad excesiva de tiempo en el teléfono, interrumpir las tareas para revisar el teléfono, y sentirse incómodo o ansioso en lugares donde el uso del teléfono está prohibido.
Aunque la nomofobia no se encuentra actualmente en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), la creciente prevalencia de este problema lo ha llevado a un mayor reconocimiento en la comunidad de la salud mental.
Causas de las fobias durante la adolescencia
Las fobias en los adolescentes encuentran diversas causas, incluyendo experiencias traumáticas, cambios biológicos, factores genéticos y factores ambientales.
Las experiencias traumáticas, como un accidente o un evento aterrador, son susceptibles de desencadenar una fobia.
Los cambios biológicos durante la adolescencia, como los cambios en los niveles hormonales, también son un factor capaz de contribuir a la aparición de fobias.
Además, la predisposición genética puede jugar un papel, ya que las fobias parecen ser más comunes en personas que tienen familiares con trastornos de ansiedad.
Finalmente, factores ambientales como el estrés crónico, el acoso escolar o la violencia doméstica también suelen desencadenar fobias.
Tratamiento de las fobias comunes en adolescentes
El tratamiento de las fobias en los adolescentes puede variar dependiendo de la gravedad y el tipo de fobia. Sin embargo, la terapia cognitivo-conductual (TCC) es comúnmente utilizada y ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de fobias.
La TCC ayuda a los jóvenes a aprender nuevas formas de pensar y a comportarse en situaciones que desencadenan su ansiedad, y a desarrollar habilidades de afrontamiento para manejar sus miedos.
La exposición gradual al objeto o situación temida también es un componente común de la terapia para las fobias. Esta técnica, conocida como terapia de exposición, implica ayudar al adolescente a enfrentar gradualmente su miedo en un entorno seguro y controlado, con el objetivo de reducir su ansiedad con el tiempo.
En algunos casos, se puede recomendar la medicación. Los medicamentos pueden ser particularmente útiles cuando las fobias son severas o cuando están acompañadas de otros trastornos de salud mental, como la depresión. Sin embargo, la medicación se suele utilizar junto con la terapia, en lugar de como sustituto de la misma.
Finalmente, el apoyo familiar y escolar juega un papel crucial en el manejo de las fobias en los adolescentes. Los padres, cuidadores y profesores pueden ayudar proporcionando un entorno seguro y comprensivo, y alentando al adolescente a buscar y seguir el tratamiento.
Ahora que ya has visto las fobias comunes en adolescentes, si sospechas que tu hijo o estudiante puede estar lidiando con una de ellas u otra con síntomas similares, es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud mental para obtener un diagnóstico y tratamiento apropiados.